
Que no te engañen
mis convulsiones
cromáticas.
Terminó la era
de la voluntad
en pijama
y de los sueños
sin estrenar.
He construido
un imperio
a base
de propinas.
Obsérvame
por la mirilla.
Estoy manchada
por comer tinta
a todas horas.
Estoy encantada
de vomitarme.
Nea Thea.