
He echado el pestillo al invierno
y he sacado del armario
príncipes y ranas.
Sigo deshojando poesías
en pétalos de margaritas
para tomar
y para llevar.
Aún eres la pausa de un latido
esperando la próxima parada
donde me doblen las esquinas
para no llegar tarde
a firmar lunes y cicatrices.
Siempre serás
mi eterno adjetivo
y un abrazo hecho hombre.
Nea Thea.